Cuando compramos un anillo de compromiso es importante tener en cuenta el tipo de resistencia y dureza que define a la gema. La dureza de un mineral se define como la resistencia que ofrece su superficie a ser rayado, cortado, penetrado o deformado permanentemente, esta escala fue creada con el geólogo alemán Friedrich Mohs. Esta ordenada por diez tipos de minerales en función de su dureza, donde el primer mineral (talco) es el que tiene menor dureza y el último mineral (diamante) es el que tiene mayor dureza.
Para que tengan una idea más clara en los rangos del 1 al 10, les indicamos que otras gemas entran en esta escala: 5: Ópalo de fuego, lapislázuli. 6: Pirita, peridoto, jade, tanzanita. 7: Esmeralda, aguamarina, turmalina, cuarzos. 8: Zircones. 9: Zafiros, rubies y moissanita.
Entre las creencias más comunes está que al diamante tener 10/10 es irrompible lo cual es FALSO, ciertamente es el mineral más duro sin embargo ante un golpe fuerte si puede correr el riesgo de que se fracture.
Las esmeraldas son hermosas, pero se caracteriza por tener defectos internos, así como fisuras y grietas en la superficie de la misma lo cual la hace más vulnerable a quebrarse ante golpes.
Para anillos de compromiso que pretendan usar para el uso diario recomendamos las gemas que sean entre el rango de 6 a 10 y para los demás minerales como ópalo de fuego si recomendamos que sea para accesorios como collares o aretes.
Por último, la escala te da buenas referencias de la resistencia de las gemas pero que sea duradero en el tiempo también va a depender del cuidado que le de la persona a la misma.